"Noli me Tangere" de Correggio, 1518, Museo del Prado.
Debemos fijarnos el algunos detalles manieristas, como la inestabilidad de los pies de Jesucristo, moviendo sus brazos en una postura que crea una gran diagonal que se prolonga por el cuerpo de María Magdalena. El Cristo vuelve la cabeza mientras parece avanzar forzando la postura del cuerpo. María, que contempla a Jesús con rostro ensimismado, se encuentra arrodillada en una posición incómoda y extraña, dando la impresión de que ha caido a sus pies.
Los colores, muy llamativos, también son típicos de la época, azul turquesa, rojo carmín, amarillo plátano.
Debemos fijarnos el algunos detalles manieristas, como la inestabilidad de los pies de Jesucristo, moviendo sus brazos en una postura que crea una gran diagonal que se prolonga por el cuerpo de María Magdalena. El Cristo vuelve la cabeza mientras parece avanzar forzando la postura del cuerpo. María, que contempla a Jesús con rostro ensimismado, se encuentra arrodillada en una posición incómoda y extraña, dando la impresión de que ha caido a sus pies.
Los colores, muy llamativos, también son típicos de la época, azul turquesa, rojo carmín, amarillo plátano.
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